Claudio Agostini

Una reforma tributaria eficiente y equitativa

Nunca se habla de la base tributaria y que la evidencia muestra que las exenciones generan distorsiones aún mayores

Por: Claudio Agostini | Publicado: Jueves 25 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Claudio Agostini

Claudio Agostini

Claudio Agostini

Pocos días atrás, en una columna en el New York Times el millonario Warren Buffet pide “parar de mimar a los más ricos”. Para graficar como ello ocurre en Estados Unidos, Buffet cuenta que pagó en impuestos el equivalente a un 17,4% de sus ingresos mientras que los trabajadores en su oficina, que tienen menores ingresos, pagaron en promedio 33%. ¿Por qué ocurre algo así? Porque hay exenciones y beneficios tributarios para las ganancias de capital y existen resquicios legales que permiten disfrazar ingresos laborales como si no lo fueran. Para eliminar el problema y avanzar hacia un sistema tributario más justo, Buffet propone subir el impuesto a las personas de más altos ingresos, incluyendo para ello los dividendos y las ganancias de capital de cada uno.



En Chile, el año 2010 había un poco menos de 8 millones de contribuyentes, de los cuales casi el 82% tiene ingresos menores a $500.000 mensuales y, por lo tanto, está exento de ingreso. Apenas 6% de los contribuyentes en nuestro país tiene ingresos tributables mayores a $1,1 millón mensuales y paga tasas marginales que van entre 10% y 40%. En el tramo más alto, con una tasa marginal de 40%, hay un poco más de 18.000 personas que son las que tienen ingresos de más de $5,5 millones mensuales. Estos números muestran, en forma dramática, dos cosas respecto al sistema tributario en Chile. La primera es que cualquier exención tributaria en el impuesto a los ingresos favorece al 18% más rico y en mayor proporción al 6% más rico. Este es el caso, por ejemplo, de los distintos beneficios tributarios para el ahorro o la compra de viviendas, los que erróneamente se cree que favorecen a la clase media. La segunda, es que la historia de Buffet para Estados Unidos se repite en Chile porque estos números no calzan con los ingresos totales y coinciden mejor con la distribución de salarios. Esto es evidencia indirecta de que los trabajadores dependientes pagan más impuestos que personas con ingresos similares pero cuya fuente son ganancias de capital o utilidades de sus empresas.

La razón por la que esto también ocurre en Chile es conocida, la diferencia de tasas entre los impuesto al ingreso personal y el impuesto a las utilidades de las empresas (17%) genera incentivos para que personas de altos ingresos eludan impuestos haciendo aparecer sus ingresos laborales como ingresos de una empresa.. Hay mecanismos legales que así lo permiten, como tener una sociedad que tribute sólo por las utilidades retiradas (cuyo propósito es incentivar que se reinviertan las utilidades y no que se reduzca artificialmente la carga tributaria de algunos). Esto permite que una persona pueda mantener sus ahorros en la sociedad y postergar el pago de impuestos hasta que decida gastarse los ahorros. Adicionalmente, este mecanismo permite que múltiples gastos personales aparezcan como gastos de la sociedad. Una de las curiosidades que tienen estas sociedades es que la mayoría no tiene trabajadores, pero generan ingresos y prestan servicios. Por último, en Chile al igual que en Estados Unidos, hay tratamientos tributarios preferenciales para las ganancias de capital, lo cual exacerba el problema.

Cuando se habla de reforma tributaria en Chile siempre se discute sobre las tasas de impuestos y el potencial efecto negativo que tiene subirlas. Nunca se habla de la base tributaria y que la evidencia muestra que las exenciones generan distorsiones aún mayores. Independiente de si se necesita o no recaudar más, una reforma tributaria que elimine exenciones y haga desaparecer los mecanismos de creación de sociedades de papel para eludir impuestos es una reforma con efectos muy positivos. Por un lado, aumenta la eficiencia económica al disminuir distorsiones entre fuentes de ingreso y bajar los costos de fiscalización. Por otro lado, restaura la equidad tributaria horizontal permitiendo que personas que ganan lo mismo paguen lo mismo en impuestos, independiente de las fuentes de sus ingresos y el sector económico donde trabajen.

Lo más leído